Hoy, décadas después, es una figura destacada en sectores tan diversos como la hostelería, el mundo inmobiliario y la industria musical, y su historia es la prueba viviente de que los sueños, cuando se trabajan con disciplina, se cumplen.

A los 13 años, la vida le arrebató a su madre. Fue un golpe duro, pero también el punto de inflexión que lo impulsó a salir de su pueblo con una maleta llena de anhelos y determinación. Se instaló en Pontevedra, donde empezó desde abajo, trabajando en la hostelería. Luego vendrían Madrid y Barcelona, ciudades que lo vieron crecer empresarialmente con esfuerzo, visión y una capacidad admirable para reinventarse.

Uno de sus hitos más conocidos fue la creación de Jamaica Coffe Shopp, que se consolidó como la cadena de cafeterías más grande de España, con más de 250 locales repartidos por el país. Pero no se detuvo ahí. En el año 2000, dio un giro a su carrera y entró de lleno al sector inmobiliario, fundando junto a dos socios la marca Akasvayu, que se convirtió en una de las promotoras más relevantes de Cataluña en su momento.

Su historia, sin embargo, no sería completa sin su eterno amor por la música. Ya establecido en El Prat de Llobregat desde 2010, fundó Breamarinproducciones, enfocada en la producción de cortos, eventos y festivales. Pero fue en 2020, en medio de un panorama incierto para la industria cultural, cuando decidió dar un paso audaz: fundar Brearecords, su propio sello discográfico. Contra todo pronóstico, el sello ha alcanzado la impresionante cifra de 100 singles en el mercado y se ha consolidado como una de las discográficas independientes más reconocidas del país.

Lejos de encasillarse, Manuel Brea Calvo continúa compaginando sus actividades en la música, la hostelería, el sector inmobiliario y, más recientemente, en el rubro de las peluquerías. Su filosofía de trabajo es clara: “Somos una empresa familiar donde cada uno tiene su área de trabajo y responsabilidad”, asegura.

Manuel Brea Calvo es, sin duda, el reflejo de una nueva generación de empresarios que entienden el éxito no solo como cifras, sino como la posibilidad de transformar pasiones en proyectos reales, y esos proyectos en legados duraderos.